Bikes and more Bikes
No hace muchos días me di una vuelta por Palmar Norte y Palmar Sur, osa Puntarenas. Mi hermana vive allá y quería visitarla por primera vez. El viaje en bus de San Isidro hasta Palmar norte se tarda aproximadamente unas 2 horas y media. Resulta ser que cuando bajé del bus, sentía como que había llegado a otro país.
Lo primero que noté fue la apariencia física de la gente. Un tono moreno brillante era el color de piel de la mayoría. Pocos minutos después, mientras comenzaba a caminar con mi hermana, el centro de atención de mi vista se dejó encantar más bien por un majestuoso cerro que se abre espacio entre tanta llanura. La hora no me importaba, pero era una tarde nublada y la noche parecía empezar a caer. El cerro se vía tan limpio, tan fresco. Yo juraría que ese cerro había sido pintado esa tarde por las manos de Dios. “Es como ver el Chirripó”, solo que al Oeste y mucho más de cerca si lo comparamos a como se ve el Chirripo desde San Isidro.
Después de varios empujonazos de mi hermana porque no le estaba prestando atención, me di cuenta que me había estado comentando sobre…. la verdad no sé, pero quería enterarme. Trataba de concentrarme en lo que decía pero la verdad no podía: ¿Donde está el rio Terraba?, ¿Cómo se llama ese cerro? ¿ y la playa está cerca? Cuanto dura para llegar a Palmar Sur? No podía evitar preguntarle cuanta curiosidad me venía a la mente. Ella se vía cómoda respondiendo a mis preguntas.
Cuando pasábamos al frente de un banco (no me acuerdo bien el nombre), me llamó la atención no ver parqueo de carros, sino de bicicletas. Sí, el pueblo está ubicado en un lugar tan plano y llano que usted puede movilizarse tranquilamente en bicicleta de un lado a otro. Y la gente que vive allí bien que lo sabe. Era curioso ver como toda clase de personas usan este medio de transporte, niños, grandes, mujeres, hombres. Solo no quiero pensar que pasaría si un oficial de tránsito aplicara la ley en ese lugar, tendrían que ver que hacen con tantas multas porque la verdad nadie usa casco.
Aunque solo me movilicé 120km en bus, me sentía como en otro país, con otras costumbres, con gente diferente. Personas igual de valiosas y trabajadoras que en el resto de mi querida Costa Rica. Y que bien que estaba en mi terruño, me lo recordaba la amabilidad de las personas a quienes saludaba. Es así que ahora estoy seguro de que durante mi visita a Palmar Norte, aún estaba en Costa Rica, que bien, que PURA VIDA!!
Lo primero que noté fue la apariencia física de la gente. Un tono moreno brillante era el color de piel de la mayoría. Pocos minutos después, mientras comenzaba a caminar con mi hermana, el centro de atención de mi vista se dejó encantar más bien por un majestuoso cerro que se abre espacio entre tanta llanura. La hora no me importaba, pero era una tarde nublada y la noche parecía empezar a caer. El cerro se vía tan limpio, tan fresco. Yo juraría que ese cerro había sido pintado esa tarde por las manos de Dios. “Es como ver el Chirripó”, solo que al Oeste y mucho más de cerca si lo comparamos a como se ve el Chirripo desde San Isidro.
Después de varios empujonazos de mi hermana porque no le estaba prestando atención, me di cuenta que me había estado comentando sobre…. la verdad no sé, pero quería enterarme. Trataba de concentrarme en lo que decía pero la verdad no podía: ¿Donde está el rio Terraba?, ¿Cómo se llama ese cerro? ¿ y la playa está cerca? Cuanto dura para llegar a Palmar Sur? No podía evitar preguntarle cuanta curiosidad me venía a la mente. Ella se vía cómoda respondiendo a mis preguntas.
Cuando pasábamos al frente de un banco (no me acuerdo bien el nombre), me llamó la atención no ver parqueo de carros, sino de bicicletas. Sí, el pueblo está ubicado en un lugar tan plano y llano que usted puede movilizarse tranquilamente en bicicleta de un lado a otro. Y la gente que vive allí bien que lo sabe. Era curioso ver como toda clase de personas usan este medio de transporte, niños, grandes, mujeres, hombres. Solo no quiero pensar que pasaría si un oficial de tránsito aplicara la ley en ese lugar, tendrían que ver que hacen con tantas multas porque la verdad nadie usa casco.
Aunque solo me movilicé 120km en bus, me sentía como en otro país, con otras costumbres, con gente diferente. Personas igual de valiosas y trabajadoras que en el resto de mi querida Costa Rica. Y que bien que estaba en mi terruño, me lo recordaba la amabilidad de las personas a quienes saludaba. Es así que ahora estoy seguro de que durante mi visita a Palmar Norte, aún estaba en Costa Rica, que bien, que PURA VIDA!!